Navidad, dulce Navidad

Bueno, hoy voy a inaugurar el blog, y como no se me ocurre una buena presentación, voy a hablar de la Navidad, esa época tan bella. Son unos días para estar con la familia y celebrar el espíritu navideño. O por lo menos eso cuenta la leyenda.

Actualmente, muchas de las costumbres, o se han perdido, o se mantienen mínimamente. Por ejemplo, ¿qué ha sido de la costumbre de ir por las casas cantando villancicos y pidiendo el aguinaldo? Ahora vas por la calle y solo ves carteles del Corte Inglés con el mensaje "Regala Navidad". Esa es la realidad de ahora: la Navidad es un producto, una fiesta COMERCIAL. ¿Qué pasa, que si no te gastas unos 500 € de media en champán, polvorones, gambas, uvas, cotillón y regalos, no tienes espíritu navideño?

Otra cosa que me llamó la atención fue un día que me dijeron: "Si tú eres ateo, ¿por qué celebras la Navidad si es una fiesta religiosa?" Pues verán, señores y señoras, porque lo que se conoce actualmente como Navidad en su origen era una fiesta PAGANA. Lo que se celebraba en las culturas precristianas era el Solsticio de Invierno.

Bueno, no tengo mucha más cosa que comentar sobre la Navidad, así que aprovecho para mandarle una gran felicitación a mi sobrino por su cumpleaños, que nació una noche como la de hoy, hace ya 2 años. ¡Muchas felicidades David, y que cumplas muchos más!

Y como despedida antes de irme a cenar con la familia, os digo que: ¡FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO A TODOS!

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